Me gustaría presentaros este libro, escrito por Samantha King (profesora asociada en la Escuela Universitaria de estudios de kinesiología y salud en Kingston, Canadá) en 2006, en el que se presenta la evolución del cáncer de mama como concepto, pasando de ser una causa sanitaria y social, a convertirse en una herramienta de marketing y, en ocasiones, del denominado Pink Washing o lavado de imagen.
En su ensayo, la autora recopila el proceso histórico de este cambio en la sociedad estadounidense, relacionándolo con los distintos agentes sociales (activistas, políticos, personalidades o empresas, entre otros) que han participado de este cambio. De hecho, en sus primeras páginas dos imágenes ilustran ese cambio: las portadas de dos revistas «femeninas», de distintos años. En la portada de 1993, el cáncer de mama se visualiza en toda su crudeza a través de la imagen del pecho mastectomizado de Matuschka, con un mensaje sobre que no se puede seguir mirando hacia otro lado. Por otra parte, tan sólo tres años después, una preciosa Linda Evangelista ilustra una portada en la que se describe el cáncer de mama como uno de los objetivos «top» dentro de las causas benéficas. En otras palabras: de cómo el cáncer de mama es un problema, a ser una tendencia de caridad.
Quizá esta visión, o cómo la expongo, no llegue a explicar cuál es el cambio que se ha producido, porque evidentemente, un problema socio-sanitario debe estar cubierto, si es necesario a través de la caridad, pero ahí está precisamente la cuestión. Sin hacer espóiler del libro, Samantha King expone como esa solidaridad inducida al pueblo estadounidense, se ha convertido en una herramienta para que las empresas multipliquen sus ingresos, dejando incluso de lado la causa en sí.
Este cambio en el prisma desde el que se mira el cáncer de mama, ha motivado diversas campañas de protesta, condensadas en la desarrollada por la organización de cáncer de mama «Think before you Pink» (Piensa antes de comprar lo de color rosa). Dicha campaña alecciona sobre esa parasitación que los intereses comerciales empresariales han hecho de un problema de salud tan importante como el cáncer de mama. En España, tampoco nos libramos de ejemplos de lavado de cara o «Pink Washing», pero de este y sus ejemplos nacionales, hablaremos en otra ocasión.
Por lo pronto, recomendaros este libro (aunque sólo se comercializa en inglés) y el documental que se realizó al respecto (2011), aunque advierto que no será la última vez que escriba sobre este ensayo.