Alba Esteban-Simón, David M. Díez-Fernández, Eva Artés-Rodríguez, Miguel Á. Casimiro-Artés, Manuel A. Rodríguez-Pérez, Herminia Moreno-Martos, Antonio J. Casimiro-Andújar y Alberto Soriano-Maldonado.
Publicado el 21/10/2021. DOI: 10.3390/cancers13215292
Sobre el cáncer de mama, es importante tener en cuenta que (I) es el tipo de cáncer más diagnosticado en todo el mundo, (II) es uno de los que mejores tasas de supervivencia presenta pero, (III) no deja de tener ciertos efectos secundarios que afectan la calidad de vida de quienes lo padecen. Algunos de esos efectos secundarios (fatiga, cambios en composición corporal o pérdida de funcionalidad) podrían estar relacionados con la fuerza de agarre o fuerza de prensión manual. El objetivo de este estudio, realizado en Almería, fue analizar si esa fuerza de agarre efectivamente se asociaba a disfunciones y menor calidad de vida, así como evaluar si existían diferencias entre el brazo del lado operado y el brazo «sano».
En el estudio participaron 60 mujeres que habían sido diagnosticadas de cáncer de mama, que fueran sedentarias y hubieran finalizado los tratamientos. Se evaluó su fuerza de prensión, disfunciones en la articulación del hombro (lado operado), nivel de fatiga, depresión, y satisfacción y calidad de vida.
Los resultados indicaron que a mayor fuerza de agarre, menor presencia de fatiga y disfuncionalidades, y mejor calidad de vida. Por otro lado, el perímetro del brazo (por la posible presencia de linfedema) no se relacionaba con esta fuerza de prensión.
Los autores apuntan que, otros autores, asociaron la pérdida de fuerza de agarre con las recomendaciones dadas por los médicos en relación a «no mover el brazo del lado afectado» y no coger carga con este. En este sentido, se preguntan si realmente esto es así, pues en caso de afirmarse habría de tenerlo en consideración a futuro.
EN POCAS PALABRAS: Perder fuerza de agarre con la mano, puede asociarse a menor calidad de vida y funcionalidad.