Puede parecer una pregunta absurda, pero no lo es, al menos no teniendo en cuenta cómo está el panorama en los medios de comunicación y, mucho peor, en las redes sociales. Funcionamos con tanta prisa y con tanta ansia por recibir una información que satisfaga nuestros deseos, que a veces vamos directos al titular o al resumen, sin atender los detalles. Lo que podría ser comparable a «escuchar para responder, en vez de escuchar para entender».
Si nos ponemos en la situación de leer un artículo científico, esta tendencia precipitada puede darse con más facilidad, ya sea porque el texto esté en un idioma que no dominamos, o porque directamente sea infumable de tan complejo que lo han escrito. Por eso, me permitiré dar unos consejos para cuando queramos enterarnos bien de qué es lo que pone un artículo científico, y en qué hay que fijarse para no equivocarnos.
Primero, si el título incluye las palabras: revisión y/o meta-análisis, estaremos frente a un artículo tope de categoría, es decir, los que más base asientan sobre el tema del que traten, porque recopilan lo publicado sobre un tema concreto, y sintetizan los resultados.
Segundo, tanto el resumen como el texto, estarán limitados en número de palabras por la revista que lo publique, así que no deben sacarse conclusiones a partir de su lectura.
Tercero, ¿cuál es el objetivo que se plantearon los autores? Por ejemplo, evaluar cambios en calidad de vida, evaluar si un programa de ejercicio es viable para un determinado perfil de persona… Todo lo que se comente que no tenga relación con dicho objetivo, no deberíamos tenerlo en cuenta.
Cuarto, especialmente en artículos experimentales (en el que se seleccionan determinadas personas para que sigan un tratamiento, por ejemplo): ¿cuánta gente siguió el tratamiento? ¿cuál era su perfil? ¿exactamente en qué consistía el experimento? ¿quién les monitorizaba?… En un ejemplo tonto: si se expone al frío a un grupo de leones o de osos polares para ver cómo reaccionan, los resultados no serán los mismos.
Quinto, más que los resultados, a veces es más sencillo centrarse en leer un apartado que se llama Discusión, porque normalmente incluirá en sus primeras líneas el resumen de los resultados, y si es un buen artículo, vinculados a los objetivos que se pretendían.
Y ahora, otra vez el por qué de esta entrada. Aunque quizá no vayamos a leer directamente un artículo científico, sí es posible que leamos una noticia en prensa sobre los resultados de alguno, especialmente si son buenos y esperanzadores. Y si la lectura directa a veces falla, no digamos si leemos de «segunda mano». Por eso, leamos un artículo, una noticia o un post de redes sociales, mantengamos la calma y sigamos leyendo.